Ánimo, chicos/as: el tema de los deberes no tiene que preocuparos porque me estáis demostrando que tenéis capacidad más que de sobra para realizarlos. El tema es otro: saber renunciar a un rato de encuentro con los amigos, de juegos... porque hay que trabajar. Recordad la frase filosófica que nos trajo María: no os toméis el estudio como una obligación sino como una curiosidad por saber algo nuevo, algo que hasta ahora desconocíais. Cuando consigáis verlo así os encantará aprender, porque he comprobado que cada cosa que aprendemos nos lleva a hacernos mil preguntas nuevas. Esa es la vida. Pese a mis años sigo haciéndolo así, y no me canso. ¡Ah! Y vosotros también nos enseñáis muchas cosas a los mayores. No os quepa duda. Vuestra Seño.